Para Santiago Solari en el Club América no hay espacio para berrinches, ni para malas actitudes, por eso el argentino dio muestra de su categoría al obligar a sus jugadores a volver al terreno de juego para ver la ceremonia en que entregaron el trofeo de la Concachampions a los Rayados de Monterrey.
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Luego de perder 1-0, los americanistas recogieron su medalla de segundo lugar como dicta el protocolo y nadie se la quitó del cuello, al menos sobre el césped. Poco después, varios jugadores se fueron a los vestidores, pero en cancha permanecieron Solari y Guillermo Ochoa, quienes ordenaron al resto regresar a la cancha del BBVA.
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El entrenador del América se acercó con cada futbolista del Monterrey para darles la mano y felicitarles, fundiéndose en un abrazo con JavierAguirre, quien ganó su primer torneo en suelo mexicano en más de dos décadas, pues la última vez que lo hizo fue en 1999 con Pachuca en la Liga MX.
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Mientras algunos dedicaban minutos reconociendo el acto del entrenador del América como buen perdedor, a una parte de la afición le cayó muy mal ver que Solari es muy atento y muestra clases a la hora de reconocer la derrota. Pero en sus grandes pruebas al momento no ha dado un solo título.