Un poder para los tiempos que corren

PAGuede ser un superpoder quedarse quieto… muy quieto? Ahí donde el apuro y la urgencia son mandatos de época (la quietud se considera un déficit que ha de ser corregido cuanto antes), un nuevo superhéroe hace del estatismo su mayor virtud. Se llama Circuit Breaker, integra el elenco de la popularísima editorial DC Comics que publica a Superman, La Mujer Maravilla, Batman y Robin, entre muchos otros, comparte aventuras con Flash y, aunque hayan existido dudas sobre el género de su calidad mayor, quieto está bien escrito: es un superhéroe transmasculino.

Un nuevo superhéroe transmasculino: Circuit Breaker tiene el don de detener el tiempo… y quedarse quieto.

Según la definición, “un individuo transgénero que estaba determinado a ser femenino al nacer, pero que se identifica con la masculinidad más que con la feminidad y los rasgos generalmente femeninos”. El personaje apareció hace unas semanas en el primer número de la revista Lazarus Planet: Destino oscuro y supone un hito para el género. En la trama creada por el artista trans AL Kaplan, Circuit Breaker (o Cortocircuito en castellano) enmascara bajo un antifaz la identidad secreta de Jules Jordain, una persona que nació mujer y transicionó hasta ser hombre a la vez que descubrió sus poderes: su traje verde está cruzado a la altura del pecho por unos rayos dorados que se asemejan a las cicatrices que quedan tras remover quirúrgicamente las tetas femeninas. No es el primer personaje de cómics, ni será el último, que explore los límites de un universo con múltiples identidades sexuales (aunque sí es el primer protagonista trans de una serie publicada por una editorial tan importante): Robin apareció besando a su novio en la tapa de una revista hace apenas unos días, La Mujer Maravilla tuvo un fugaz romance lésbico con una princesa medieval y un hijo de Superman comenzó una relación sentimental con un periodista, acaso emulando la historia de amor de su padre con Luisa Lane. Los superhéroes son los más poderosos mitos contemporáneos y si en los años de su aparición, alrededor de la Segunda Guerra Mundial, representaban los valores que entonces se requerían (el patriotismo, el coraje o la resiliencia) hoy también narran aquello que falta.

Como antagonista de Flash, el erogador prematuro que toma su velocidad de un poder llamado Speed ​​Force, el nuevo Circuit Breaker es lo opuesto: se vale de la Still Force para quedarse quietecito, ralentizar el tiempo o incluso detenerlo. Mientras los humanos comunes percibamos la vida en términos de velocidad y rendimiento, el nuevo héroe provocará un cortocircuito de lentitud extrema, un superpoder raro y revulsivo para los tiempos que corren.

Publicado en La Nación

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