WOW
Este soy yo dejándole ir
Este soy yo aceptando que te vas. Es mi reconocimiento de que no hay más argumentos que hacer, no queda ángulo que tomar, sin culpa o una ganga que pueda apostar que pueda hacer que cambie de opinión y se quede. Esta es mi sutil renuncia a nuestra caída. Esta es la grieta entre nuestros dos corazones que se convirtieron en un valle y nos envolvió. Es mi aceptación de todo lo que no pude unir.
Este soy yo sabiendo que no tenemos una factura: no la noche pasé a su lado o la última vez que te dije que te amaba o el primer momento en que sentimos que comenzamos a separarnos. Sé que no siempre tenemos segundas oportunidades. Sé que no puedo retroceder en el tiempo y besarte más lento, te amo más fuerte, demoras cinco minutos adicionales en la cama todas las mañanas que me desperté a tu lado. Este soy yo sabiendo que no puedo rebobinar la historia y preguntarle qué estaba mal cada noche de que llegó a casa con un rompecabezas en sus ojos, pero no hay respuesta en sus labios. Este soy yo sabiendo que no podemos volver.
Esta es mi aceptación de que te voy a extrañar. Que habrá noches en las que me acurruce en la cama con una novela y una té de té cálida y su ausencia en el lado izquierdo de la cama es un abismo que me hincha y me envuelve. Eso durante mucho tiempo te voy a ver en todas partes: en las ventanas del segundo piso, en las caras de extraños, en las fotos y recuerdos que me arrancan el corazón durante meses después de que te hayas ido. Esta es la comprensión de que extrañarte se convertirá en un segundo latido en mi cuerpo, fuerte y estallado dentro de cada lugar donde permaneciste y luego te fuiste. Estos son mis signos vitales debilitados, superando con la suya con los suyos por un tiempo.
Esta es mi vida conocida. Sabiendo que algún día no pensaré en el amor como un sentimiento exclusivo para ti y para mí, tan loco como eso me parece en este momento. Que eventualmente conoceré a alguien nuevo: alguien que ama las comidas que odias y se ríe de cosas que no te parecen divertidas y aprecia las partes de mí que una vez dejaste sin descubrir. Que algunos días, en las primeras horas de la mañana, voy a despertarme a su lado y olvidar, solo por un instante, que no es tu cuerpo enredado en el mío. Este soy yo sabiendo que esos momentos me derrotarán, que voy a necesitar practicar estar de pie al borde de tu abismo sin caer completamente. Esta es la esperanza de que la discrepancia se sienta con el tiempo.
Esta es mi conceptualización: que algún día voy a tener una boda y que no estarás allí. Alguien más lo recogen en el anillo que se me desliza en el dedo y que las personas que se sientan en la primera fila con los ojos reboritados y los corazones explotando no serán los miembros de su familia. Esta es mi aceptación del absurdo finito de saber que algún día voy a prometer mi vida a alguien que no es usted y que incluso podría estar feliz de hacerlo. Que un día veré cambios y comienzos de una manera que nunca los vi contigo.
Este soy yo sabiendo que vamos a envejecer. Que tu vida va a ser enorme, importante y repleto de amor, pero que todo va a trasladar sin mí. Que no voy a estar allí para brindar por tu 50 cumpleaños o vítores de tu promoción oportuna o arrastrarte a tu lado en las noches en que el peso del mundo es demasiado pesado para soportar. Que sus pérdidas y ganancias no se alinearán con las mías. Que algún día cuando sostienes a tu hijo primogénito en tus brazos, no será yo quien la colocó allí.
Este soy yo sabiendo que tengo que dejarte ir. Que no importa cuánto te amo o cuánto trabajemos en esto o cuán mal nos queremos que sean felices, nunca seremos los socios adecuados para los demás. Esta es mi aceptación de que las mejores cosas nunca son sencillas y que quiero que tomes el camino torcido y retorcido que debes tomar si te llevará hacia tus sueños. Este soy yo sabiendo que tengo que hacer lo correcto. Eso a veces lo mejor que puedes hacer por alguien que amas es dejarlo ir, hacer más, sentirse más, ser más de lo que alguna vez podrían haber convertido a tu lado.
Así que este soy yo desactivando mis dedos.
Esta es mi despedida, mi renuencia, mi angustia y mi último regalo para ti.
Este soy yo dejándolo ir.
Comentarios
0 Comentarios