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Todo lo que debes saber del Proyecto Galileo
El Proyecto Galileo ha emergido como una iniciativa fundamental en la protección de organizaciones vulnerables frente a un panorama digital cada vez más desafiante. En sus 11 años de existencia, esta colaboración entre diversas organizaciones y plataformas ha demostrado ser una de las estrategias más efectivas para hacer frente a la creciente ola de ciberamenazas que enfrentan medios de comunicación, colectivos de derechos humanos y entidades dedicadas a la protección social. La finalidad de este proyecto, impulsado por la colaboración internacional, es ofrecer protección gratuita y especializada a quienes, debido a la naturaleza de su trabajo, se encuentran en la mira constante de ciberataques, como los ataques DDoS, malware y acciones de vigilancia digital.
Las cifras reflejan un aumento alarmante en la escala y la sofisticación de estas amenazas. Datos recientes indican que, en solo un año, se bloquearon cerca de 109 mil millones de ciberataques dirigidos a las organizaciones beneficiarias del Proyecto Galileo, con un promedio de más de 325 millones de amenazas diarias. Este incremento del 241 % en comparación con periodos anteriores evidencia la intensificación de la violencia digital, una estrategia que busca silenciar voces críticas y limitar el acceso a información y derechos fundamentales. Entre los principales blancos de estas agresiones se encuentran los periodistas y medios de comunicación, que enfrentan requerimientos de recursos maliciosos para inhabilitar sus plataformas y cortar la denuncia de prácticas corruptas o abusos.
Una de las organizaciones que ejemplifica el impacto del Proyecto Galileo es Insight Crime, un equipo dedicado al periodismo de investigación sobre crimen organizado y corrupción en la región. Antes de beneficiarse del apoyo, su red sufría ataques DDoS que dejaban fuera de línea sus sitios durante horas y malware que vulneraba sus sistemas. Gracias a la protección proporcionada por el proyecto, lograron reducir en un 70 % los intentos de acceso malicioso y garantizar la continuidad de su trabajo en momentos críticos. La implementación de medidas como mitigación de denegación de servicio, reglas personalizadas en firewalls y cifrado en extremo a extremo ha sido crucial para mantener la integridad y disponibilidad de sus plataformas.
El Proyecto Galileo también revela, mediante sus datos, que los ataques cada vez son más persistentes, coordinados y personalizados. Un 93 % del tráfico malicioso dirigido a medios de comunicación y otros sectores vulnerables corresponde a ataques de tipo denegación de servicio, un método empleado para saturar y colapsar sistemas en masa. Aunque menos del 6 % de las amenazas son identificadas y bloqueadas por firewalls de aplicaciones web, esto evidencia una tendencia en que los agresores prefieren sobrecargar los sistemas en lugar de aprovechar vulnerabilidades específicas. Tales análisis muestran la necesidad de una protección más robusta y adaptable frente a las modalidades modernas de ciberataque.
Entre las organizaciones que participan en el Proyecto Galileo, la mayoría trabaja en áreas de ayuda social, derechos humanos y protección del medio ambiente. Un 36 % se dedica a asistencia social y humanitaria, un 32 % a defender derechos humanos y derechos civiles, y un 25 % a medios de comunicación. La colaboración con entidades como Access Now, Internews y el Instituto Internacional de la Prensa ha permitido identificar a comunidades en riesgo y brindarles apoyo técnico especializado. La protección digital, en este contexto, se vuelve una herramienta vital para garantizar la seguridad y la continuidad de su labor informativa y social.
El compromiso del Proyecto Galileo en estos 11 años ha demostrado que la cooperación internacional y el respaldo tecnológico son la clave para afrontar las amenazas cibernéticas en constante evolución. La protección del espacio digital para la sociedad civil, especialmente en momentos donde las amenazas se intensifican y adoptan nuevas formas, se muestra como una prioridad ineludible. La participación de diversas organizaciones civiles continúa siendo fundamental para defender la libertad de expresión, los derechos humanos y la integridad digital en un entorno cada vez más hostil.
El proyecto continúa ampliando su alcance, enriqueciendo las capacidades de protección y fortaleciendo la resistencia de las organizaciones vulnerables frente a la violencia digital. En un escenario donde los ataques se vuelven más complejos, el trabajo conjunto y la innovación tecnológica son las herramientas más efectivas para garantizar que las voces críticas sigan siendo escuchadas sin temor ni censura.
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