Tres soldados estadounidenses murieron y 34 resultaron heridos en un ataque con drones contra una base en Jordania

Un vehículo blindado de transporte de personal jordano y tanques estadounidenses participan en los ejercicios militares multinacionales «Eager Lion» en Jordania en septiembre de 2022. Estados Unidos, Jordania y 28 países socios participaron en los ejercicios, lo que representa uno de los ejercicios militares más grandes de la región.

Khalil Mazraawi/AFP vía Getty Images

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Un vehículo blindado de transporte de personal jordano y tanques estadounidenses participan en los ejercicios militares multinacionales «Eager Lion» en Jordania en septiembre de 2022. Estados Unidos, Jordania y 28 países socios participaron en los ejercicios, lo que representa uno de los ejercicios militares más grandes de la región.

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Un ataque con aviones no tripulados vinculado a Irán mató a tres militares estadounidenses e hirió al menos a otros 34, y es probable que esa cifra aumente, según funcionarios estadounidenses.

El dron aéreo no tripulado atacó durante la noche a las tropas estadounidenses estacionadas en el noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria. El ataque ocurrió en una base de apoyo conocida como Torre 22 y probablemente impactó en un cuartel, dijo a NPR un funcionario de defensa estadounidense.

La Torre 22 apoya a la guarnición Al-Tanf en el sureste de Siria, donde las operaciones especiales estadounidenses han operado durante mucho tiempo en conjunto con otros países para combatir a los militantes del Estado Islámico.

Un funcionario estadounidense dijo a NPR que las lesiones de los miembros del servicio varían, y muchos sufren lesiones cerebrales traumáticas. También se conocen varios casos de heridas de metralla y lesiones de columna.

Se trata del primer ataque mortal contra las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio desde que estalló la guerra entre Israel y Hamas.

El ataque se produce en medio de la guerra en Medio Oriente desencadenada por los ataques de Hamás contra Israel en octubre. Estados Unidos ha estado intentando contener el conflicto y evitar que se extienda más en la región.

La Resistencia Islámica en Irak, una coalición de milicias respaldada por Irán, se atribuyó el mérito del ataque. El grupo lo llamó venganza por la presencia militar estadounidense en la región y el número de muertos palestinos en Gaza.

Afirmó haber atacado un total de cuatro bases militares el domingo, tres de las cuales son bases estadounidenses en Siria y en la frontera sirio-jordana, y una pertenece a Israel. No ha habido confirmación de otros ataques por parte de funcionarios estadounidenses.

El domingo, la Casa Blanca dijo que todavía estaba recopilando información, pero la administración dijo que está comprometida a combatir el terrorismo y tomará represalias.

«No tengan dudas: haremos que todos los responsables rindan cuentas en el momento y de la manera que elijamos», dijo el presidente Biden en un comunicado.

El Comando Central dijo que está en proceso de notificar a las familias de los miembros del servicio.

Unos 900 soldados estadounidenses están estacionados en Siria y 2.500 en Irak, en gran parte para ayudar a combatir a ISIS. Desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamas, fuerzas vinculadas a Irán han llevado a cabo más de 140 ataques en esos dos países.

A principios de este mes, el Comando Central dijo que un «número» de personal militar estadounidense fue evaluado por lesiones cerebrales traumáticas después de que grupos respaldados por Irán lanzaran múltiples misiles balísticos y cohetes contra una base aérea en el oeste de Irak. La mayoría de los misiles fueron interceptados, pero al menos un miembro del servicio iraquí resultó herido, añadió.

En diciembre, tres militares estadounidenses resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, en un ataque con aviones no tripulados en el norte de Irak. En respuesta, Estados Unidos dijo que llevó a cabo múltiples ataques aéreos contra instalaciones utilizadas por militantes.

Esta es una historia en desarrollo. Actualizaremos a medida que sepamos más. Tom Bowman y Jane Arraf de NPR en Jordania contribuyeron con el reportaje.