Trump enfrenta un momento decisivo en el caso de interferencia electoral

Los abogados del expresidente Donald Trump argumentan que éste goza de inmunidad procesal.

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Los abogados del expresidente Donald Trump argumentan que éste goza de inmunidad procesal.

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El expresidente Donald Trump hizo una inusual aparición el martes en una sala de un tribunal en Washington, DC, para un momento decisivo en su caso de interferencia federal en las elecciones.

En argumentos que se extendieron durante más de una hora, tres jueces de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito de DC presionaron al abogado de Trump sobre sus amplias afirmaciones de inmunidad ante el procesamiento federal.

«Autorizar el procesamiento de un presidente por sus actos oficiales abrirá una caja de Pandora de la que esta nación nunca se recuperará», dijo Dean, abogado de Trump.
dijo John Sauer al panel.

La jueza Florence Pan interrumpió para preguntar: «En su opinión, ¿puede un presidente perdonarse a sí mismo o vender secretos militares? Esos son actos oficiales».

«¿Puede un presidente ordenar al Seal Team Six que asesine a un rival político» y no ser acusado de ningún delito? continuó Pan, designado por el presidente Biden.

Sauer dijo que un presidente primero tendría que ser acusado y condenado. Trump fue acusado por la Cámara (dos veces) pero no condenado por el Senado.

«Creo que es paradójico decir que su deber constitucional de velar por que las leyes se ejecuten fielmente le permite violar la ley federal», dijo la jueza Karen LeCraft Henderson, designada por el presidente George HW Bush.

Trump se ha declarado inocente de cuatro delitos graves que le acusan de liderar una conspiración para aferrarse al poder y privar de sus derechos a millones de votantes en 2020. Los fiscales dicen que esto culminó en violencia en el Capitolio de Estados Unidos hace tres años que hirió a 140 agentes del orden y sacudió los cimientos de la democracia estadounidense.

Argumentos en el caso

Los abogados de Trump, John Lauro y Todd Blanche, han afirmado que esos cargos se basan en acciones oficiales que Trump tomó mientras era presidente, y que Trump simplemente estaba planteando dudas sobre la integridad de las elecciones.

También argumentan que debido a que Trump fue acusado por la Cámara de Representantes, pero no condenado por el Senado de Estados Unidos, por su comportamiento en torno a los disturbios en el Capitolio, procesarlo ahora violaría el principio contra la doble incriminación.

«No estaba haciendo campaña, las elecciones habían terminado hace mucho», escribió Trump en una publicación en las redes sociales esta semana, anunciando su intención de comparecer ante el tribunal del Distrito de Columbia por primera vez desde su lectura de cargos en agosto pasado. «Estaba buscando fraude electoral y encontrándolo, que es mi obligación, y dirigiendo el país de otra manera».

No ha surgido evidencia de fraude en las elecciones presidenciales de 2020 que hubiera cambiado el resultado de la carrera, como concluyeron públicamente expertos independientes y muchos de los propios funcionarios del gabinete de Trump.

Dentro de la sala del tribunal

Trump ingresó a la sala del quinto piso poco antes de que comenzaran los argumentos a las 9:30 am. Con un traje azul marino y corbata roja, preguntó a sus abogados: «¿Dónde debería sentarme?».

Parecía prestar atención a los procedimientos, asintiendo y tomando notas, y ocasionalmente pasando notas a su equipo legal, según informes de periodistas en la sala del tribunal.

Entre los que se unieron a Trump se encontraba Walt Nauta, su ayuda de cámara de toda la vida que enfrenta cargos penales separados junto con Trump en un caso federal en Florida. También asistió el fiscal especial Jack Smith, con varios miembros de su equipo y lo que parecía ser un destacamento de seguridad.

Los fiscales que trabajan para Smith dicen en documentos judiciales que si la Corte de Apelaciones de Estados Unidos acepta las amplias afirmaciones de Trump, «socavaría la democracia». El equipo de abogados especiales dice que ese razonamiento daría a los presidentes licencia para cometer delitos mientras estén en la Casa Blanca, como aceptar sobornos para dirigir contratos gubernamentales o vender secretos nucleares a un adversario extranjero.

James Pearce, en representación del fiscal especial, argumentó el martes que «el presidente tiene un papel constitucional único, pero no está por encima de la ley». Añadió que un ex presidente no goza de inmunidad procesal penal. Concluir lo contrario, dijo, daría lugar a un futuro «aterrador».

Ningún expresidente ha sido acusado jamás de ningún delito. Trump es el primero. Por lo tanto, un eventual fallo será un hito, sin importar de qué manera se pronuncie el tribunal. Si el tribunal se pone del lado de Trump, el caso federal en Washington prácticamente estaría terminado.

Registro de presidentes anteriores

En cuanto a resolver la cuestión de la inmunidad penal, la historia podría servir de guía. El ex presidente Richard Nixon finalmente recibió el indulto de su sucesor, Gerald Ford, después del escándalo Watergate. Y los tribunales han descubierto que los presidentes tienen cierta protección frente a la responsabilidad civil en demandas por daños monetarios, si las reclamaciones se relacionan con su trabajo como presidente. El Departamento de Justicia dijo que Trump estaba actuando como un candidato político, no como presidente, cuando intentó aferrarse al poder en 2020 y principios de 2021.

Si los jueces actúan rápidamente y están de acuerdo con los fiscales, es posible que el juicio previsto para el 4 de marzo sólo experimente breves retrasos. Pero si Trump pide a la corte de apelaciones en pleno que escuche el caso o se traslada a la Corte Suprema de Estados Unidos, cualquier juicio este año podría estancarse. Los fiscales pidieron que el tribunal emitiera rápidamente un «mandato» que limitaría los esfuerzos de Trump por retrasar los próximos pasos.

Los graves problemas legales de Trump (está luchando contra 91 cargos penales en cuatro jurisdicciones distintas de Estados Unidos) ya están chocando con el calendario político.

El expresidente ha señalado que podría buscar desestimar los casos federales en su contra en DC y Florida si recupera la Casa Blanca. Su abogado en Georgia sugirió recientemente que Trump podría intentar retrasar el caso de interferencia electoral en su contra en el condado de Fulton, Georgia, hasta 2029.