Las muñecas Barbie que conocimos durante nuestra infancia no reflejan cómo son las mujeres actualmente. Al observarlas, resulta impactante ver que parecen más bien una versión extrañamente sensual y alienígena de una mujer con labios excesivamente grandes, en lugar de representar a la niña de 12 años que se supone deben simbolizar. Preocupada por esto, Sonia Singh, una artista de Tasmania, emprendió una búsqueda en tiendas de segunda mano locales. Su objetivo era encontrar muñecas que necesitaran urgentemente un cambio de imagen para suavizar sus características exageradas.