«Un retrato fiel debería ser, hoy y dentro de cien años, el testimonio de cómo era esta persona y qué tipo de ser humano era», afirmó Philippe Halsman.
No todo el que tiene una cámara es fotógrafo de retratos. Tomar una foto que capture la esencia de la persona que está delante requiere compromiso y dedicación. Uno de esos grandes fotógrafos fue Philippe Halsman (1906-1979), nacido en Letonia, cuyo trabajo hasta el día de hoy nos recuerda a celebridades icónicas del siglo XX como Marilyn Monroe, Salvador Dalí y Frank Sinatra.
El nieto de Philippe, Oliver Halsman Rosenberg, se convirtió en un archivero accidental que revisó hojas de contactos antiguas y encontró tomas descartadas que nunca antes se habían visto. Más tarde, publicó el libro ‘Unknown Halsman’ para que la gente viera algunas de esas gemas ocultas como el legado de Halsman al mundo.