Si alguna vez te sientes perdido, recuerda que puedes hacer un hogar dentro de tu propio corazón

Nunca debiste encontrar un hogar permanente en un mundo temporal.

Las otras personas nunca debieron amarte y generar un sentimiento de seguridad.

La verdad es que estás aquí para hacer un hogar dentro de tu propio corazón. Estás aquí para aprender no que no necesitas conexión, sino que sin estar conectado contigo mismo, nada más es viable. No estás aquí para enterrarte en una vida que alguien más construyó, sino para encontrar el coraje para crear la tuya propia.

Eres tu propia casa.

Eres la persona que estabas esperando.

Eres el amor de tu vida y el héroe de esta historia.

Tu pecho es donde está la paz. Tu corazón es donde está el amor. Tu mente es donde está la inspiración.

No necesitas que nadie te ofrezca nada más para crear lo que debe ser tuyo.

Estás aquí por ti mismo, ante todo.

Nunca debes dar por sentado a las personas que te acompañan en el viaje, pero tampoco deben utilizarse para tu propio trabajo emocional.

Porque la verdad es que no es trabajo de nadie más hacernos sentir seguros, hacernos sentir que todo está bien y bien.

Hasta que no estés a gusto en tu propio corazón, nunca harás las paces con el mundo.

Esto se debe a que constantemente requerirás que las cosas sean diferentes de lo que son, constantemente necesitarás que las personas cumplan tus propias expectativas sobre ellas, constantemente necesitarás sortear tus miedos y tus factores desencadenantes.

Lo que tienes que darte cuenta es que el hogar no es una idea, no es un lugar, es una forma de ser.

Es una forma de presentarte a tu vida y hacerla tuya.

Es una forma de encontrar consuelo en los contornos de quién eres, no en quién podrías llegar a ser algún día.

Es la forma en que buscas presencia en todas las cosas, para darte cuenta de que nada está destinado a ser perfecto, sino que todo es una experiencia nueva que no tuviste antes y que quizás nunca vuelvas a tener.

Hacer un hogar dentro de ti es saber que siempre estarás bien, no porque todo saldrá como lo planeaste inicialmente, sino porque te adaptarás incluso si no es así.

Hacer un hogar dentro de ti es saber que siempre avanzarás, no porque no te resulte difícil dejarlo ir, sino porque puedes hacer cosas difíciles.

Hacer un hogar dentro de ti es saber que siempre volverás a la paz, no porque siempre estarás cómodo, sino porque estás dispuesto a sentirte incómodo para tener la vida que has pedido.

No estamos vivos para llegar a la costa.

No estamos vivos para buscar espacios seguros dentro de la idea del otro.

Estamos aquí para darnos cuenta de que somos la fuente de nuestra propia existencia, de todo lo que creamos, de todo lo que somos.

Estamos aquí para regresar a casa y luego mostrar a los demás el camino de regreso a sí mismos.