5 señales concretas de que has encontrado un compañero herido (no un alma gemela)

En esencia, una pareja herida es una conexión de vínculo traumático. Estas relaciones a menudo comienzan con muchas promesas, pero finalmente se vuelven tóxicas y desencadenantes con el tiempo. Aquí hay cinco señales concretas de que has encontrado a tu compañero herido (no a tu alma gemela).

1. Tu relación empezó genial.

Ustedes dos hicieron clic de inmediato y las cosas progresaron naturalmente. Todo se sintió tan fácil y sin esfuerzo. Se enamoraron el uno del otro rápida y fuertemente, casi como si no tuvieran otra opción que hacerlo. La química era una locura. Tampoco podías creer lo parecidos que eran ambos; era casi como si hubieras encontrado tu otra mitad.

Sin embargo, desde ese comienzo mágico, ahora hay mayormente toxicidad. Ahora bien, no estás completamente seguro de cuál es tu posición frente a ellos en un momento dado. No te tratan como a alguien a quien aprecian, sino como a una persona a la que simplemente podrían aceptar o dejar. Esto lleva a peleas épicas y dolor.

Sin embargo, lo que hace que un compañero herido sea tan tóxico es que hay también reconciliaciones apasionadas. A pesar de la falta de compatibilidad, la química es innegable y, en última instancia, es lo que los mantiene a ambos enganchados. Te sientes como si estuvieras en una montaña rusa con ellos, pero no estás seguro de cuánto tiempo más podrás permanecer en el viaje.

2. No te sientes visto por ellos.

Otra señal de que has conocido a tu compañero herido es que no sientes que realmente te ve. Tu compañero herido escuchar lo que estás diciendo pero no parecerá captar el verdadero significado detrás de tus palabras. Te sentirás agotado en tus intentos de hacer que te comprendan.

3. Sacan a relucir las inseguridades del otro.

Los compañeros heridos encienden los miedos más profundos del otro. Abre sus viejas heridas y ellos echan sal en tu dolor persistente. Se provocan mutuamente sin cesar, sin siquiera quererlo. Y no importa cuánto quieras ayudarlos, y tal vez incluso ellos te ayuden, simplemente no funciona. Solo hacen que los cortes del otro sean más profundos, a pesar de sus intenciones positivas.

4. Te sientes agotado después de pasar tiempo con ellos.

Tu compañero herido no es alguien que te deja sintiéndote realizado y alineado. Más bien, te agotan completamente tu energía. Son un tipo de vampiro emocional, hasta cierto punto.

5. Sientes que tienes que abandonar tus propias necesidades para mantener viva la relación.

Hay un nivel de codependencia que es el núcleo de una conexión herida. A pesar de sangrar, todavía estás tratando desesperadamente de curar su dolor. La idea de perderlos parece inevitable, pero ese pensamiento también es demasiado doloroso como para siquiera considerar actuar en consecuencia. Y entonces, te quedas y haces todo lo posible para salvarlos a pesar de que la persona que realmente necesitas salvar eres tú mismo.

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Un compañero herido no es tu persona eterna; no son tu alma gemela ni «el indicado». Un compañero herido simplemente revela qué partes de ti mismo aún necesitan curación. Un alma gemela es la persona que te apoya mientras recoges los pedazos. Deja ir a tu compañero herido. Deja que tu corazón se recupere.