Al menos 80 personas mueren en el noreste de Colombia debido al fracaso de las conversaciones de paz, dice un funcionario

Personas desplazadas por la violencia en pueblos de la región del Catatumbo, donde rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se han estado enfrentando con ex miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, llegan a un estadio de fútbol en Cúcuta, Colombia, para refugiarse el domingo. .

Fernando Vergara/AP

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BOGOTÁ, Colombia — Más de 80 personas murieron en el noreste del país durante el fin de semana luego de los intentos fallidos del gobierno de mantener conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional, dijo un funcionario colombiano.

Otras veinte personas resultaron heridas en la violencia que obligó a miles de personas a huir mientras el ejército de Colombia se apresuraba a evacuar a la gente el domingo, según William Villamizar, gobernador del norte de Santander, donde tuvieron lugar muchos de los asesinatos.

Entre las víctimas se encuentra el líder comunitario Carmelo Guerrero y siete personas que buscaban firmar un acuerdo de paz, según un informe que una agencia gubernamental de defensa del pueblo publicó el sábado por la noche.

Las autoridades dijeron que los ataques ocurrieron en varias localidades ubicadas en la región del Catatumbo, cerca de la frontera con Venezuela, y al menos tres personas que formaban parte de las conversaciones de paz fueron secuestradas.

Miles de personas están huyendo de la zona y algunas se esconden en las exuberantes montañas cercanas o buscan ayuda en refugios gubernamentales.

«Quedamos atrapados en el fuego cruzado», dijo Juan Gutiérrez, quien huyó con su familia a un refugio temporal en Tibú después de que se vieron obligados a dejar atrás sus animales y pertenencias. «No tuvimos tiempo de tomar nuestras cosas… Espero que el gobierno se acuerde de nosotros… Estamos indefensos aquí».

El ejército de Colombia rescató a decenas de personas el domingo, incluida una familia y su perro, cuyo dueño sostenía un paquete de agua fría contra el pecho del animal para mantenerlo fresco mientras evacuaban en helicóptero.

El ministro de Defensa, Iván Velásquez, viajó el domingo a la localidad nororiental de Cúcuta, donde celebró varias reuniones de seguridad e instó a los grupos armados a desmovilizarse.

«La prioridad es salvar vidas y garantizar la seguridad de las comunidades», afirmó. «Hemos desplegado nuestras tropas en toda la región».

Los funcionarios también se prepararon para enviar 10 toneladas de alimentos y kits de higiene para aproximadamente 5.000 personas en las comunidades de Ocaña y Tibú, la mayoría de ellas huyendo de la violencia.

«Catatumbo necesita ayuda», dijo Villamizar en un discurso público el sábado. «Niños, niñas, jóvenes, adolescentes, familias enteras se presentan sin nada, en camiones, volquetes, motos, lo que puedan, a pie, para no ser víctimas de este enfrentamiento».

El ataque se produce después de que Colombia suspendiera las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) el viernes, la segunda vez que lo hace en menos de un año.

El gobierno de Colombia ha exigido que el ELN cese todos los ataques y permita a las autoridades ingresar a la región y brindar ayuda humanitaria.

«El desplazamiento nos está matando aquí en la región», dijo José Trinidad, funcionario municipal del pueblo de Convención, ubicado en la región Norte de Santander. «Tenemos miedo de que la crisis empeore».

Trinidad llamó a los grupos insurgentes a sentarse y negociar un nuevo acuerdo para que «nosotros los civiles no tengamos que sufrir las consecuencias que estamos sufriendo ahora».

El ELN se ha estado enfrentando en el Catatumbo con exmiembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o FARC, un grupo guerrillero que se disolvió después de firmar un acuerdo de paz en 2016 con el gobierno de Colombia. Los dos están peleando por el control de una región fronteriza estratégica que tiene plantaciones de hoja de coca.

En un comunicado el sábado, el ELN dijo que había advertido a ex miembros de las FARC que si «seguían atacando a la población… no había otra salida que la confrontación armada». El ELN ha acusado a ex rebeldes de las FARC de varios asesinatos en la zona, incluido el asesinato el 15 de enero de una pareja y su bebé de nueve meses.

El comandante del ejército, general Luis Emilio Cardozo Santamaría, dijo el sábado que las autoridades estaban reforzando un corredor humanitario entre Tibú y Cúcuta para el paso seguro de quienes se vieron obligados a huir de sus hogares. Dijo que también se desplegaron tropas urbanas especiales en las cabeceras municipales «donde hay riesgos y mucho miedo».

El ELN ha intentado negociar un acuerdo de paz con la administración del presidente Gustavo Petro cinco veces, pero las conversaciones fracasaron tras episodios de violencia. Las demandas del ELN incluyen que se le reconozca como una organización política rebelde, lo que los críticos han dicho que es riesgoso.