Cómo los introvertidos ven el mundo de manera diferente (y por qué es una superpotencia)

Lo que la gente no se da cuenta es que ser introvertido no es blanco o negro.

Es más que simplemente despreciar las conversaciones triviales y los encuentros incómodos, porque seamos honestos: no creo que nadie sea fanático de ninguno de ellos. No es una enfermedad diagnosticada que pueda curarse con medicamentos o procedimientos quirúrgicos. Un introvertido realmente carece de la capacidad de mantener una conversación con alguien sin pensar demasiado y analizar demasiado cada palabra que se dice. Anhelan la interacción humana, pero una vez que surge la oportunidad probablemente se retirarán a su caparazón donde encontrarán solidaridad. Los introvertidos anhelan la soledad. Encuentran la soledad en su tiempo a solas y, a veces, esto puede poner a prueba las relaciones.

Cuando suena mi teléfono, entro en pánico. ¿Alguien me envió un mensaje de texto al Hangout? ¿Hice planes cuando me sentía extrovertido y ahora tengo que abandonar? Quiero estar solo ahora mismo, pero ¿cómo se lo digo a la gente sin sonar como un completo bicho raro y un perpetuo solitario? No puedo decirte la cantidad de veces que he ofendido a un amigo o a un ser querido porque legítimamente solo quería estar solo.

Es agotador explicarles a los demás que prefieres pasar tiempo a solas en lugar de quedar con ellos para tomar unas copas. Sí, es posible que todos queramos tiempo para nosotros mismos, pero un introvertido indiscutiblemente lo necesita. Realmente me duele cuando necesito explicarle a un amigo que simplemente quiero estar solo y que no es algo personal. Nunca ha sido ni será personal, y es por eso que a menudo se nos malinterpreta.

Resulta confuso cuando represento las cualidades de un extrovertido. Cuando estoy con mis amigos, soy ruidoso, sonriente y excepcionalmente amigable. No es que no disfrute pasar tiempo con los demás y estar en entornos sociales. Con el tiempo, mi batería emocional sin duda se agotará y para recargarla necesito desconectarme.

No es que no me guste conocer gente nueva porque sí me gusta. De hecho me encanta. Simplemente funciono notablemente mejor en un pequeño grupo de amigos que me entienden y entienden cómo actúo habitualmente.

Puede que esté callado, pero seguro que tengo mucho que decir, y no hablo a menos que tenga algo que decir.

Somos pensadores profundos y una conversación significativa nos hace sentir vivos. Haz que un introvertido hable sobre algo que le apasiona y nunca se callará, te lo prometo.

Entonces, si te sientes mal interpretado, date cuenta de que ser introvertido no es algo malo. Eres un soñador, un aventurero y un buscador de la iluminación. Abrázalo y tendrás la capacidad de cambiar el mundo a tu manera y en silencio.

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