Palabras, sonidos y el arte de escuchar con Aja Monet

Unas horas antes de filmar esta conversación, recibí una llamada del manager de Aja Monet. Aja llegaba un poco tarde; su abuela había fallecido esa mañana. Inmediatamente me ofrecí a reprogramar la cita, pero Aja quería acudir a nuestra cita. Cuando llegó, un poco agotada y conmocionada, la invité a sentarse y relajarse por un minuto en la sala verde de NPR.

Mi madre había muerto apenas cuatro meses antes y yo también estaba sumido en un vórtice de nuevo dolor. Y entonces hablamos, en voz baja y un poco entrecortada, sobre la pérdida, especialmente el sentimiento liberador de perder a las mujeres que nos trajeron al mundo y nos guiaron a través de él: las mujeres fuertes que nos ayudaron y nos desafiaron a desarrollar nuestra propia fuerza.

Recientemente había llegado a una nueva comprensión de mi propio proceso de duelo. Algo sobre nuestras relaciones con los muertos: la remodelación de las cosas, el viaje en el tiempo que se vuelve posible, el poder inquebrantable del linaje que solo podemos experimentar con aquellos que ya no están con nosotros en esta tierra. Estaba en el proceso de encontrar una nueva manera de estar junto a mi madre y de comprender cuánto soy ella.

Linaje y legado, familia y comunidad están en el corazón del trabajo de Aja. En su poema de 2015 Lo que mi abuela quiso decir fue, ella escribió: “Soy una mujer adelantada a su tiempo. Brillaba en las cicatrices. Vivo en el linaje”. Estas líneas honran el poder de nuestra herencia, el amor y el coraje que nos transmiten, así como el daño y el dolor. Durante esta conversación, Aja y yo sentimos todo eso al máximo.

Entonces, cuando las cámaras comenzaron a grabar, nos encontraron a mitad de camino, navegando por las corrientes de la memoria y el flujo del linaje. Reflexionamos juntos sobre la necesidad de rodearnos de comunidad, formada tanto por vivos como por muertos, y de escuchar las voces, pasadas y presentes, que nos cuentan las historias de nuestras propias vidas.