
Tu idioma puede cambiar cómo piensas, cómo sientes e incluso quién eres.Durante mucho tiempo creímos que el idioma era solo una herramienta para comunicarnos. Hoy, la ciencia nos dice que es mucho más que eso. Las palabras que usamos, el ritmo al que hablamos y hasta la forma en que pronunciamos las vocales y las consonantes influyen directamente en nuestras emociones, percepciones y decisiones.Lo que para ti puede sonar cálido o romántico, para otra persona puede sonar autoritario o distante. Aquí te presentamos 8 formas en las que el idioma podría estar cambiando tu experiencia emocional del mundo sin que te des cuenta