Connect with us

WOW

Lentamente estoy aprendiendo que no tengo que ser confrontativo para tener autoestima

Published

on

Solía pensar que para tener respeto por sí mismo, tenías que ser agresivo al respecto. Solía pensar que las personas que eran más asertivas eran las que más admiraban: la que tenía opiniones de Mic Drop, las que tienen actitudes duras, las que fueron un poco insultantes y las que no dejaron que nadie fuera de los comentarios se deslizara.

Lentamente estoy aprendiendo que tener autoestima no tiene nada que ver con hacer que los demás piensen que eres intocable. No tiene nada que ver con parecer la persona más dura de la habitación.

El respeto propio se da cuenta de que la necesidad de confrontar, agresuar, parecer dura, defender al diablo y parecer intocable es una forma de compensar. Es lo que hace las personas cuando se sienten vulnerables e inseguros.

El verdadero respeto es saber qué vale la pena defender, pero también es saber que ser confrontativo rara vez te da lo que quieres.

Lentamente estoy aprendiendo que realmente tener un respeto propio es tener los medios para controlarse más de lo que intentas controlar a otras personas. Es capaz de estrategias para lo que desea y comunicarse claramente. Se trata de sus propios problemas para que no los sace a otras personas.

Ya no está tratando de convencer a las personas de que te respeten cuando no tengan intención de hacerlo. Es más tratando de convencer a la gente de amar cuando cuando no tienen intención de hacerlo.

Tener un verdadero autoestima significa que puedes ser amable con todos. Significa que incluso cuando las personas lo insultan y son crueles, puede desearles lo mejor y desconectarse.Significa que no tienes que estar a la defensiva, porque ya no estás tan preocupado de que estés débil.

Significa que sabes cuándo alejarte, y sabes que cuando es hora de luchar por lo que te importa, «pelear» no será lo que convence a nadie más para que te escuche.

Tener un respeto propio es comprenderse lo suficientemente bien como para comprender a otras personas. Se acerca a ellos con tanta empatía, compasión y atención plena como usted mismo.

Y sucede algo increíble cuando dejas de preocuparte por parecer que sin duda te estás respetuando por sí mismo y comienzas a ofrecerte el respeto que te mereces: ya no estás en una pelea con todos los que conoces.Ya no estás en competencia, ya no es una batalla ver quién puede salir en la cima.

Cuando terminas la guerra dentro de ti mismo, deja de proyectarla en los demás. La paz en tu vida es tan grande como la paz en tu mente.

Comentarios

0 Comentarios

Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *