Connect with us

WOW

No creo en almas gemelas, creo en nosotros

Published

on

Que el destino una a dos personas es un bonito pensamiento, pero no es la verdad. Al menos, no quiero creer que lo sea. Quiero creer que somos la razón por la que nuestra relación ha durado tanto. Que tus ridículos juegos de palabras son la razón por la que me río incluso cuando quiero llorar, y que mis “te amo” diarios son la razón por la que me abrazas tan fuerte y me besas con tanta ternura.

No voy a darle crédito al universo por nuestro arduo trabajo. Eso fue todo nuestro. Los compromisos que asumimos después de grandes peleas, las bromas internas que creamos después de convertirnos en mejores amigos y la decisión que tomamos de comprometernos después de darnos cuenta de que queríamos estar juntos para siempre. No fue el destino. Fue trabajo duro y determinación y, sobre todo, amor.

No sé, quizá fue el destino el que hizo que nos conociéramos. Que tú y yo nos cruzáramos en un mundo repleto de otras personas a las que perseguir. Pero nuestra relación nunca habría durado tanto sin nuestro compromiso total y completo. Así que, aunque fue el destino el que nos unió, no fue el destino el que hizo que permaneciéramos juntos. Ésos fuimos nosotros.

Algunas personas dicen que la idea de las almas gemelas es romántica, que es reconfortante saber que hay alguien ahí fuera que está hecho para amarlas, pero yo no lo veo así. ¿No es el libre albedrío, encontrar a alguien a quien decides querer, amar y en quien confiar, mejor que verse obligado kármicamente a salir con alguien? ¿No es nuestra historia de amor la más romántica, porque es lo que queremos en lugar de lo que el universo cree que es mejor para nosotros?

Digan lo que quieran, pero nosotros tenemos el control de nuestras vidas. Eso no debería ser un pensamiento aterrador. No deberíamos querer que el destino controle nuestras relaciones para poder sentarnos, relajarnos y culpar al destino cada vez que algo sale mal en nuestra vida amorosa. Es hora de empezar a asumir la responsabilidad cuando las cosas van mal y de empezar a darnos palmaditas en la espalda cuando las cosas van bien.

No creo que estemos destinados a permanecer juntos para siempre, por la forma en que se alinearon las estrellas o porque alguna criatura divina lo ordenó. Pero sí creo que podemos durar toda la vida si continuamos amándonos como lo hemos hecho hasta ahora, sin juicios ni restricciones. Eso es lo que mantendrá nuestras relaciones fuertes. No el destino.

A nosotros.

Comentarios

0 Comentarios

Continue Reading
Advertisement
Click to comment

Comentanos