Fingir que no tienes corazón no te ayudará a protegerlo

No puedes sumergir tu corazón en anestesia. No puedes apagar tus sentimientos como si fuera un interruptor. No puedes ser el androide sin emociones que desearías ser. Lo mejor que puedes hacer es actuar como si no tuvieras sentimientos, pero eso no te hará la vida más fácil. Fingir que no tienes corazón no lo protegerá.

1. No puedes mentirte a ti mismo.

Puedes mentirles a tus padres cuando te pregunten si hay chicos buenos en tu vida. Puedes mentirte a ti misma sobre lo mucho que no soportas a los hombres y que el matrimonio es una tontería. Incluso puedes ignorar esos sueños sensuales que has estado teniendo sobre tu compañero de trabajo y que te hacen usar el vibrador en las mañanas solitarias. Pero en el fondo, sabes la verdad.

2. No hay sustituto para el amor.

Las drogas no van a calmar el dolor de tu corazón, ni tampoco esa botella de Jack Daniels. Todos esos mensajes de texto y los “me gusta” en tus selfies pueden aguantarte un rato, pero al final de la noche volverás a sentirte solo. Ninguna cantidad de azúcar morena, whisky o redes sociales puede reemplazar la sensación del amor verdadero.

3. Las relaciones no son la única forma de salir lastimado.

Incluso si te niegas a tener relaciones, aún puedes ser víctima de un desamor. Pase lo que pase, vas a interactuar con hombres, lo que significa que podrías enamorarte inesperadamente del chico de al lado o de tu mejor amigo. Puedes huir de Cupido, pero no puedes esconderte.

4. Ser insensible no es lo mismo que ser desalmado.

Tu corazón ha sido dañado. Ya no quieres desear a nadie más. Por eso no sientes nada cuando un hombre te hace un cumplido, te invita a salir o incluso te hace tener un orgasmo. Pero eso no significa que no tengas corazón. Todavía eres capaz de amar. Todavía eres capaz de ser amada. Solo necesitas un tiempo para sanar antes de poder usar toda la capacidad de tu corazón.

5. El dolor es parte de la vida.

Sería una locura permanecer desempleado por miedo a que te despidan o abandonar la universidad por miedo a sacar malas notas. ¿Por qué evitarías entonces tener citas por miedo a que te dejen? Todo lo que vale la pena en la vida conlleva riesgos. Tienes que estar dispuesto a asumirlos.

6. Alejarse de las personas no es la solución.

Rechaza citas con hombres que no te interesan. Rechaza citas que sabes que no te llevarán a nada. Pero no rechaces citas que sabes que te harían feliz, aunque sea solo por una noche. No tienes que dejar entrar a todo el mundo, pero tienes que dejar entrar a alguien.

7. No eres un robot.

No eres cruel. Eres humano. Es natural que tengas sentimientos, y es peligroso que huyas de ellos. Los enamoramientos no son algo de lo que avergonzarse y el amor no es algo de lo que avergonzarse. Son cosas hermosas. Si les dieras otra oportunidad, lo verías.

8. Causarás las cosas que te dan miedo.

Finges que no tienes corazón porque no quieres que te rompan el corazón, pero si sigues rechazando a posibles amigos y novios, serás tú la que rompa corazones. Te convertirás en lo que más odias. ¿Es eso lo que quieres?

9. La historia no tiene por qué repetirse.

Te han hecho daño antes, pero eso no significa que volverá a suceder. Hay hombres que tratarán tu corazón con manos tiernas. No te harán pasar por todo el sufrimiento y la tensión que asocias con amar a alguien.

10. Eres lo suficientemente fuerte para soportar el dolor.

Incluso si alguien especial llega para “completarte” y luego te apuñala brutalmente por la espalda, puedes manejar las repercusiones. ¿De verdad vas a dejar que un chico tonto arruine tu vida? No lo creo. Por eso es mejor que dejes de fingir que eres una perra sin corazón y le des una oportunidad al amor.

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